Almería.
La asociación 'Amigos del Sáhara' pidió ayer en el paseo marítimo de la capital libertad para el pueblo saharaui. Una treintena de alumnos de Educación Secundaria de entre 12 y 16 años y de nueve nacionalidades diferentes, de los institutos Algazul y Fuente Nueva, de Roquetas de Mar y El Ejido, respectivamente, fueron los protagonistas del acto de concienciación y protesta por la situación que viven los habitantes de la ex colonia española, sometida en la actualidad al Reino de Marruecos.
Concluían en Almería la campaña 'Ocho rutas y una jaima' con la que han recorrido, desde el pasado día 15, todas las provincias de la región «llevando el mensaje del pueblo saharaui y sensibilizando a los andaluces», explicaba a IDEAL la representante del colectivo en la provincia, Mireia Jiménez.
«Están viviendo una situación muy dura y nosotros hemos intentando vivir estos días como saharauis, montando y desmontando las jaimas en cada una de las provincias, y comiendo lo que nos daban, aunque su situación es peor porque sus condiciones de vida, empezando por el agua que beben, es de peor calidad», declaraba por su parte Justino Manessim, natural de Guinea Bissau y estudiante del IES Algazul.
En los mismos términos se manifestaba su compañero José Javier Fuentes, que recordaba «el papel fundamental de Francia y, cómo no, de Marruecos», para liberar a los habitantes del Sáhara de su situación de represión y violencia continua y diaria. Además, defendía este alumno de Secundaria, «España podría hacer más, presionando a Marruecos y dejando de negociar con ellos».
A través de un guiñol, los jóvenes detallaron a los presentes en el paseo marítimo la historia de represión de este pueblo y, al terminar, derribaron simbólicamente el 'muro de la vergüenza' construido por Marruecos que divide el Sáhara y mantiene separado a este pueblo que una vez tuvo la nacionalidad española, al tiempo que cantaron por la libertad de los saharauis.
Durante el acto, los participantes recordaron que «desde hace más de 30 años, el pueblo saharaui se encuentra en una situación de injusticia y abandono».
En 1975, tras el incumplimiento del compromiso de celebrar un referéndum de autodeterminación, España -país al que pertenecía desde finales del siglo XIX, y ante las presiones del dictador marroquí Hassan II y su 'marcha verde', en la que colaboró el gobierno mauritano- negoció acuerdos económicos con sendos países y abandonó a los saharauis.
El ejército marroquí, recordaron ayer en el acto reivindicativo, «entró entonces a sangre y fuego, bombardeando a la población indefensa que huía desesperada hacia el desierto de Argelia».
Después de tres años de resistencia, Mauritania se rindió y firmó la paz, pero Marruecos invadió la zona que abandonó Mauritania. La guerra siguió hasta 1991, cuando se firmó un alto el fuego auspiciado por la ONU, en cuyo plan de paz, Marruecos se comprometió a celebrar un referéndum de autodeterminación.
«Pese al respeto escrupuloso de los saharauis a ese plan de paz, Marruecos ha construido un 'muro de la vergüenza' que divide el Sáhara en dos mitades y ha obstaculizado cualquier posibilidad de celebrar el referéndum, sometiendo a la población civil a detenciones ilegales, torturas, violaciones, desapariciones y asesinatos», denunciaron ayer desde 'Amigos del Sáhara'. Mientras, lamentaron, «en los campamentos de refugiados de Tinduf -Argelia-, 250.000 saharauis resisten gracias a la solidaridad internacional».
0 comentarios:
Publicar un comentario